Diferencia entre la sensación y la percepción
La sensación se refiere al proceso en el que la estimulación captada por las
células receptoras se convierte en impulsos nerviosos y es enviada al cerebro, donde se
registra. Por su parte la percepción es el proceso mediante el cual el cerebro organiza,
integra y otorga significado a la información que le llega.
En cada sistema sensorial, el contacto inicial con el mundo externo ocurre a través de células especializadas denominadas receptores sensoriales. Cada receptor es sensible fundamentalmente a una de las formas de energía física, en sí mismo puede consistir en la terminación de una fibra nerviosa, como las terminaciones nerviosas de la piel. Sin embargo en la mayoría de receptores, la terminación de la fibra nerviosa se asocia a células no neurales que constituyen el auténtico lugar de conversión de la energía.
La estimulación sensorial provoca respuestas y percepciones. Esto ocurre porque diferentes niveles y regiones del sistema nervioso central (SNC) procesan información de las superficies receptoras de forma característica. Estas zonas de procesamiento de información están localizadas a lo largo de vías que van desde la superficie sensorial hasta los niveles más altos del SNC, teniendo cada sistema sensorial sus propias vías distintivas. Las propiedades comunes de las sensaciones (modalidad, intensidad, duración y localización en el espacio) corresponden a atributos comunes del estado físico que activan los distintos sistemas sensoriales. Esta puede ser una de las razones por las que todos los sistemas sensoriales tienen una organización anatómica similar. La organización del sistema somatosensorial es un poco más simple que la de los sistemas sensoriales por lo tanto es un buen punto de partida para la exploración de los mecanismos neuronales de la percepción.
El sistema somatosensorial tiene dos características distintivas. La primera es que los receptores de la sensación somática se distribuyen por todo el cuerpo mientras que los de los otros sistemas sensoriales están localizados en pequeños órganos especializados en los ojos, oídos, nariz o boca. La segunda es que procesa distintas clases de estímulos, muchos de los cuales tienen distinta energía. El sistema sensorial somático media diversas sensaciones o submodalidades a menudo denominadas sentidos corporales.
La sensibilidad o percepción somestésica incluye diversas submodalidades que procesan la información relacionada con las sensaciones captadas por el cuerpo mediante la piel y otros receptores internos. Como ocurre en otros sistemas sensoriales, la percepción somestésica requiere de receptores y vías específicas que transmitan la información hasta el sistema nervioso central (SNC).
En cada sistema sensorial, el contacto inicial con el mundo externo ocurre a través de células especializadas denominadas receptores sensoriales. Cada receptor es sensible fundamentalmente a una de las formas de energía física, en sí mismo puede consistir en la terminación de una fibra nerviosa, como las terminaciones nerviosas de la piel. Sin embargo en la mayoría de receptores, la terminación de la fibra nerviosa se asocia a células no neurales que constituyen el auténtico lugar de conversión de la energía.
La estimulación sensorial provoca respuestas y percepciones. Esto ocurre porque diferentes niveles y regiones del sistema nervioso central (SNC) procesan información de las superficies receptoras de forma característica. Estas zonas de procesamiento de información están localizadas a lo largo de vías que van desde la superficie sensorial hasta los niveles más altos del SNC, teniendo cada sistema sensorial sus propias vías distintivas. Las propiedades comunes de las sensaciones (modalidad, intensidad, duración y localización en el espacio) corresponden a atributos comunes del estado físico que activan los distintos sistemas sensoriales. Esta puede ser una de las razones por las que todos los sistemas sensoriales tienen una organización anatómica similar. La organización del sistema somatosensorial es un poco más simple que la de los sistemas sensoriales por lo tanto es un buen punto de partida para la exploración de los mecanismos neuronales de la percepción.
El sistema somatosensorial tiene dos características distintivas. La primera es que los receptores de la sensación somática se distribuyen por todo el cuerpo mientras que los de los otros sistemas sensoriales están localizados en pequeños órganos especializados en los ojos, oídos, nariz o boca. La segunda es que procesa distintas clases de estímulos, muchos de los cuales tienen distinta energía. El sistema sensorial somático media diversas sensaciones o submodalidades a menudo denominadas sentidos corporales.
La sensibilidad o percepción somestésica incluye diversas submodalidades que procesan la información relacionada con las sensaciones captadas por el cuerpo mediante la piel y otros receptores internos. Como ocurre en otros sistemas sensoriales, la percepción somestésica requiere de receptores y vías específicas que transmitan la información hasta el sistema nervioso central (SNC).
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